Las acciones de los policías y patrulleros estatales involucrados en la muerte a tiros de un joven en la ciudad de Salina, Kansas, fueron justificadas y por lo tanto no serán acusados, dijo la fiscalía.
Agentes de la policía de Salina acudieron a la casa de Larry Wray Jr., de 44 años, el 24 de julio, para arrestarlo por una orden pendiente. Durante su aprehensión, un policía vio a Jesse Wray, de 25 años, dentro del garaje adyacente a la vivienda, apuntando con un arma hacia él, detalló el Buró de Investigación de Kansas (KBI, por sus siglas en inglés) en un comunicado el viernes. Jesse Wray también tenía una orden de aprehensión, y los agentes se retiraron, indicó el KBI.
Posteriormente, llegaron otros policías y patrulleros. Jesse Wray se negó a obedecer las órdenes de salir. Después de un rato, vieron humo y llamas saliendo del garaje y se abrió la puerta. Una mujer salió con las manos en alto. Jesse Wray fue tras ella corriendo y se agachó detrás de una camioneta tipo pickup en lo que parecía ser una postura de disparo, extendiendo sus manos hacia los agentes, narra el comunicado. Dos policías dispararon nueve rondas pero no lo impactaron.
Jesse Wray luego corrió hacia el lado del garaje donde se encontró con un agente y un patrullero. Dispararon cuatro tiros, hiriéndolo mortalmente. Los investigadores recuperaron una pistola de balines negra diseñada para parecerse a un revólver dentro del garaje dañado y concluyeron que el incendio fue provocado intencionalmente.
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Jeffrey Abel, del condado Saline, dijo en una carta al KBI el 4 de noviembre que, aunque el video deja claro que Wray no tenía un arma en la mano cuando salió del garaje, sus gestos y postura “llevarían a cualquier persona razonable a creer que se estaba levantando y apuntando a los agentes con un arma”.
Añadió que nadie será acusado “porque cualquier agente razonable creería que el uso de la fuerza letal estaba justificado”.
Un obituario de una funeraria indicó que Jesse Wray era hijo de Larry Wray.
